Mi enfoque artístico forma parte de un proceso continuo de exploración. Con una orientación ecológica, me baso en el soporte disponible, la recuperación y reutilización de objetos encontrados e incluso de desechos. En consecuencia, el medio, con su consistencia, forma, color y textura, es la inspiración inicial para mi creación.

 

Influido por las condiciones, posibilidades y limitaciones del momento, pero también por los acontecimientos sociales, políticos, medioambientales y culturales actuales, mi creatividad guía al medio para comunicar mis interpretaciones del tiempo, el espacio y la energía contemporáneos. Mis conceptos ideales arraigan, consciente o inconscientemente, en la manipulación concreta del medio. En resumen, mi enfoque artístico es un juego entre el mundo de las ideas, la materia pragmática y la energía metafísica. 

 

A partir de esta idea que da al destino tantas posibilidades como voliciones, dejo hablar a mi inconsciente a través de los caprichos de la creación. Mi enfoque es, por tanto, muy ecléctico. A veces abstracto, a veces figurativo, reúne sin embargo símbolos que narran mi viaje, mi experiencia, mi historia y mis observaciones.

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Desde que era adolescente, he admirado el misticismo y las emociones que transmiten ciertos elementos visuales en las obras de grandes artistas como Dalí, Picasso y Escher. Desde entonces, concedo gran importancia a ciertos símbolos (el pájaro por la libertad, la flor por la belleza, etc.) y al efecto de los colores, las formas y las texturas a la hora de crear. 

 

Me gusta la idea de que en el arte no hay que reproducir la realidad de forma exacta y perfecta si no emocional y espiritualmente. De este modo, encontrarán en mi obra una cierta poesía pictórica pero ingenua, bonita, construida, artística y verdadera. Por último, mi enfoque consiste en modelar el material para contar una historia, criticar, provocar o sensibilizar. Mi trabajo será siempre una búsqueda material y existencial de la verdad y la autenticidad.

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